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Para diagnosticar que una mujer tiene SOP debe tener al menos dos de los siguientes síntomas:
1.- Anovulación o oligoanovulación.
2.- Signos de hiperandrogenismo, ya sean signos clínicos o bioquímicos, tales como acné, hirsutismo, testosterona alta…
3.- Al menos doce folículos en uno de los ovarios.
Actualmente se considera necesario que presente 2 de los 3 criterios para el diagnóstico.
El síndrome de ovario poliquístico es la alteración endocrina más frecuente de la mujer en edad reproductiva, con una incidencia del 4 al 8%, más frecuente en el grupo de mujeres que no consiguen un embarazo.
Para explicar este concepto tenemos una palabra clave: hormonas. La función ovárica depende de una gran cantidad de hormonas, que cuando no se producen en un momento o concentración adecuada, afectan al desarrollo de los óvulos, y en consecuencia, al funcionamiento de los ovarios.
Cuando se da un síndrome de ovario poliquístico encontramos un exceso de hormona luteinizante (lh, encargada de regular la secreción de testosterona) y un nivel alto de insulina. Esto hace que se produzca más testosterona y que los óvulos no puedan madurar lo suficiente y no sean expulsados en la ovulación quedándose en el ovario en forma de pequeños quistes, por eso lo llamamos poliquístico.
Estos quistes causados por la falta de ovulación son benignos y no hace falta extirparlos.
Que la mujer no ovule hace que no genere progesterona por lo que las reglas se hacen irregulares o incluso desaparecen, ya que esta hormona es fundamental en el ciclo menstrual, lo que hace que las ovulaciones también sean irregulares, motivo que dificulta y es la principal causa de los problemas a la hora de lograr un embarazo.
Secreción inadecuada de gonadotropinas: exceso de liberación de lh que induce una anovulación o una una maduración prematura del ovocito haciendo que sea incapaz de ser fecundado o fecundado que llegue a un aborto.
Hiperandrogenismo: surgen como consecuencia de la regulación anormal de la secreción androgénica tanto ovárica como suprarrenal y del exceso de insulina
Resistencia a la insulina: se produce un aumento a la resistencia a la insulina en algunos casos
Alteraciones menstruales, anovulación: se produce desde oligomenorrea (6-8 reglas anuales) hasta amenorrea. Aunque actualmente no es imprescindible para establecer el diagnóstico de SOP.
Esterilidad: asociado a lo anterior.
Signos de hiperandogenismo.
Obesidad: que contribuye negativamente a su capacidad reproductiva. Ocurre en el 50% de los casos.
Incremento del riesgo cadiovascular a largo plazo.
Aumento de diabetes tipo II.
las mujeres jóvenes y adolescentes son las más propensas a padecerlo y el síntoma principal es tener un ciclo menstrual irregular que se puede presentar de dos maneras diferentes:
Oligomenorrea: ciclos muy largos (más de 35 días). Este síntoma es el más frecuente afectando al 80% de los casos.
Amenorrea o desaparición de la menstruación.
Como consecuencia de un exceso de testosterona, hormona masculina, se dan signos de hiperandrogenismo pudiendo aparecer acné, hirsutismo, piel grasa o alopecia.
También es frecuente, presentándose hasta en un 50% de los casos, desarrollar resistencia a la insulina que puede producir un síndrome metabólico con mayor tendencia a desarrollar en el futuro hipertensión arterial, alteración de los niveles de colesterol sanguíneos o diabetes. Un 50% de las mujeres que padecen SOP sufren también de obesidad.
Un tratamiento siempre se pauta de manera individualizada dependiendo de los síntomas que presente la paciente, la intensidad de los mismos, su edad y deseos de ser madre a corto o medio plazo.
Si la paciente no busca quedarse embarazada lo primero que se recomienda es reducir el peso en caso de sobrepeso. Los anticonceptivos antiandrogénicos están indicados para el tratamiento del hiperandrogenismo, y los anticonceptivos orales de progesterona para regular el ciclo menstrual.
ACH con acetato de ciproterona (antiandrógeno): actualmente no se utilizan por sus efectos hepáticos.
ACH con drospirenona: la drospirenona es un progestágeno con efecto antiandrogénico.
Espirolactona: efecto antiandrogénico periférico.
Acetato de ciproterona (androcur): efecto antiandrogénico a nivel del órgano diana. Puede producir malformaciones fetales, por lo que siempre hay que darle junto con un anticonceptivo.
Finasterida: actúa principalmente frente al hirsutismo.
Flutamida: actúa principalmente frente al hirsutismo.
Metformina: antidiabético de utilización cuando este aumentada la resistencia a la insulina.
Si la paciente sí desea ser madre pueden ser necesario también un cambio en su estilo de vida y una pérdida de peso, tratamientos farmacológicos , y en casos frecuentes recurrir a un tratamiento de reproducción asistida.
Reducción de peso.
Metformina.
Mioinositol: favorece la ovulación.
Inducción de la ovulación:
Tener reglas irregulares o alteraciones en la ovulación dificultan el embarazo, por lo que primero hay que hacer es regular los ciclos para lograr la gestación. Para esto es necesario:
Cambio en el estilo de vida. Una pérdida de peso ayuda a restaurar la ovulación y en consecuencia mejorar la fertilidad. Una paciente obesa también tiene más riesgos de sufrir abortos y otras complicaciones durante el embarazo.
Control ginecológico y endocrino para poder establecer ciertos niveles hormonales que regulen la ovulación y mejoren la fertilidad.
Myo-inositol, conocido como vitamina b8 y que el cuerpo suele crearlo gracias a la glucosa y que en casos necesarios puede tomarse como suplementos, puede ayudar a la recuperación de la ovulación y mejorar la calidad de los ovocitos.
Una vez logrado el embarazo es importante que una mujer con síndrome de ovarios poliquísticos tenga un control más riguroso de su gestación ya que las posibilidades de sufrir complicaciones son mayores.
El riesgo de aborto es más elevado aumentando hasta un 40%, ya que el desequilibrio hormonal y el hiperandrogenismo pueden disminuir la calidad de los ovocitos y en consecuencia la viabilidad embrionaria.
La obesidad también es un factor de riesgo para los abortos, por lo que insistimos en la importancia de una pérdida de peso antes de lograr el embarazo. La obesidad también es la responsable que durante el embarazo puedan surgir otro tipo de complicaciones como la diabetes gestacional, preclampsia, partos prematuros y nacimientos por cesárea.
Las pacientes embarazadas con SOP necesitan un control riguroso del peso materno y de los hábitos dietéticos antes de la gestación y un riguroso control durante el embarazo.
En Egom disponemos de una Unidad especializada en embarazos de alto riesgo con especialistas con una gran experiencia en el seguimiento de este tipo de pacientes. Trabajamos de manera multidisciplinar junto a otras especialidades para poder ofrecer la mayor calidad asistencial y la mayor seguridad a la paciente en el seguimiento de su embarazo.
Nuestro equipo de ginecólogos trabaja junto al equipo de neonatólogos y disponemos de una uci neonatal de referencia en la comunidad de madrid, y dotada de los mejores medios técnicos y humanos, para poder hacer frente a cualquier complicación que pudiera presentarse en caso de parto prematuro.