Preeclampsia: Conoce los riesgos y cómo detectarla a tiempo
La preeclampsia es una condición que se da en el embarazo y que puede llegar a tener consecuencias graves. Anticiparse a su aparición es importante, así como conocer sus síntomas. Aunque se da solo en un 10 % de los casos, es importante que los padres conozcan su existencia y que se establezcan todos los mecanismos de control necesarios durante la gestación para abordarla en caso de aparición. En este artículo encontrarás toda la información necesaria.
¿Qué es la preeclampsia?
Se define como una complicación que se da durante la gestación que se caracteriza por una presión arterial alta de la madre. Esta es inducida por el propio estado de gestación, así como por una presencia elevada de proteínas en la orina o proteinuria. También puede producirse en el postparto durante las 48 horas siguientes a dar a luz.
Su peligrosidad aumenta si no se trata de forma adecuada ya que, en casos graves, podría llegar a generar complicaciones importantes tanto en la madre como en el recién nacido. Además, hay que tener en cuenta que se puede producir en diferentes momentos del embarazo siendo más prevalente en mujeres que ya cuentan con antecedentes familiares.
¿Qué síntomas tiene?
Su aparición suele ser repentina, por lo que es necesario controlar la presión arterial y actuar de forma rápida en caso de que aparezcan los primeros síntomas.
Entre ellos se encuentran:
- Dolores de cabeza intensos.
- Pérdida de la visión o que esta se nuble.
- Dolor en la parte superior del abdomen, bajo las costillas y en el lado derecho.
- También produce náuseas y/o vómitos.
- Menor producción de orina.
- Falta de aire por presencia de líquido en los pulmones.
También puede darse un aumento repentino de peso e hinchazón de las manos o de la cara. Sin embargo, no son signos fiables para la detección de la preeclampsia, ya que éstos suelen surgir también en los embarazos que cursan con normalidad.
Eso sí, en cuanto compruebes la existencia de varios de estos síntomas, no dudes en acudir a tu ginecólogo de referencia.
¿Causas de la preeclampsia?
Las causas implican diferentes factores. Algunos especialistas piensan que se origina en la placenta, cuyos vasos sanguíneos no se han desarrollado de forma adecuada y, por tanto, no tienen un funcionamiento normal. Esto lleva a que la cantidad de sangre que tendría que fluir a través de ellos no sea la adecuada.
Otros factores que debes tener en cuenta son un flujo insuficiente de sangre al útero, daños que puedan haber ocurrido en los vasos sanguíneos, problemas con el sistema inmunológico o predisposición genética.
Recuerda que es importante conocer si se han dado otros casos en familiares de la madre. De esta forma, tendrás una base sobre la que detectar esta complicación lo antes posible y evitar o prevenir las consecuencias de la misma.
La edad avanzada de la madre también puede ser una causa, igual que lo es ser primeriza. Ser fumadora, padecer diabetes, obesidad o niveles de estrés altos aumentan el riesgo de que la preeclampsia aparezca, ya que todos son factores que pueden provocar hipertensión.
Como ves, existe una amplia variedad de causas asociadas a su aparición, por lo que es fundamental permanecer alerta ante cualquier signo que pueda hacer sospechar de su presencia.
En definitiva, la preeclampsia es una complicación que no es frecuente, pero que reviste de gravedad. Hay que tratarla lo antes que sea posible y seguir las indicaciones de los profesionales en todo momento.
Estas indicaciones, las revisiones periódicas indicadas por tu ginecólogo y un control exhaustivo de la tensión te ayudarán a prevenirla y a actuar sobre ella en el que caso de que se manifieste.