El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, y desde EGOM queremos hacer hincapié en todas aquellas cuestiones de salud de la mujer teniendo en cuenta las distintas necesidades de la mujer en las diferentes etapas de su desarrollo.
Por favor, espere...
El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, y desde EGOM queremos hacer hincapié en todas aquellas cuestiones de salud de la mujer teniendo en cuenta las distintas necesidades de la mujer en las diferentes etapas de su desarrollo.
Aun siendo un tumor benigno, es una palabra que inquieta a cualquier mujer cuando se la diagnostica de un fibroadenoma de mama. Sentir un “bulto” que se mueve en el pecho está asociado con el cáncer de mama, uno de los más comunes, pero a ese tumor mamario benigno se le conoce como fibroadenoma.
La degeneración a un cáncer de un fibroadenoma es extremadamente rara.
Es una lesión en la mama que puede palparse con la mano, se mueve, por ello se origina la comparación con una “canica debajo de la piel”; presenta un tamaño de entre 1 y 3 centímetros y, por lo general, este tipo de nódulos no cancerosos es más frecuente en las mujeres entre 20 y 40 años.
No obstante puede manifestarse a cualquier edad, no son dolorosos y se vuelven molestos durante el periodo menstrual. Si están ubicados en una zona donde se produzca roce con una prenda íntima pueden llegar a ser molestos.
Un fibroadenoma es un tumor benigno de la mama. No es doloroso ni canceroso, y es recomendable un seguimiento por parte del especialista.
Existen dos tipos de fibroadenomas de mama: los simples y los complejos.
Por otro lado, los fibroadenomas menos comunes o frecuentes, se les denominan fibroadenomas juveniles y fibroadenomas gigantes. Reciben este nombre por ser más grandes, de 5 centímetros específicamente y se detectan en jóvenes o adolescentes.
Las causas que lo producen no se conocen con certeza, sin embargo, el fibroadenoma se desarrolla debido a una hipersensibilidad a los estrógenos, las hormonas femeninas producidas en el periodo fértil. También crecen durante el embarazo o en los ciclos de tratamiento hormonal, disminuyendo su tamaño en la época de la menopausia debido a que los niveles de estrógeno bajan.
Las causas que lo producen no se conocen con certeza, sin embargo, el fibroadenoma se desarrolla debido a una hipersensibilidad a los estrógenos.
La mama tiene glándulas productoras de leche rodeadas de un tejido fibroso y graso además de conductos que llevan esta leche hasta el pezón, conocidos como “ductos”. En esencia, los fibroadenomas se forman cuando el tejido glandular y los ductos crecen en mayor medida en los lóbulos, se condensan y dan lugar a un nódulo sólido.
Estas pruebas también pueden complementarse en circunstancias muy concretas con una biopsia de mama. La biopsia de mama consiste en extraer una muestra del tejido mamario que está lesionado para ser valorada en laboratorio. Esto determinará si el nódulo es cancerígeno o no, de ser benigno se debe determinar qué tipo de fibroadenoma es.
Por norma general los fibroadenomas de mama solo requieren un seguimiento anual para valorar su crecimiento, cuando son estables, el seguimiento se puede distanciar y en algunas ocasiones deja de ser necesario.
Para los fibroadenomas de mama no existe un tratamiento médico específico. Esto se debe a que los nódulos, por lo general, no cambian de tamaño y desaparecen por sí solos con el paso del tiempo.
En otros casos, cuando el nódulo mamario aumenta su volumen o genera molestias, es oportuna la extirpación del fibroadenoma de mama. La extirpación del fibroadenoma de mama puede realizarse de dos maneras:
Mientras, con la ayuda de un bisturí el médico va cortando el fibroadenoma hasta extraerlo. Este proceso no deja cicatriz.
La degeneración a un cáncer de un fiboadenoma es extremadamente rara. Quiere decir que lo recomendable, después de un diagnóstico de fibroadenoma de mama, es mantener un control regular con el especialista .
La menopausia es una etapa clave de la vida de la mujer en la que se producen innumerables cambios fisiológicos, entre ellos, un aumento medio de peso del 6% con un incremento de alrededor de un 17% en masa grasa.
Existen varios factores de riesgo para desarrollar obesidad en la menopausia:
La obesidad, definida como el exceso de grasa en el organismo que puede afectar a la salud, se asocia a un gran número de enfermedades que pueden afectar al embarazo o empeorar durante el mismo, así como a enfermedades mecánicas y mentales.
Si tenemos en cuenta que la edad media de establecimiento de la menopausia en España está estimada en los 52 años y la esperanza de vida de la mujer española se sitúa en torno a los 87 años, podemos inferir que la mujer pasa el mismo periodo de tiempo en edad fértil que en etapa menopáusica.
Es por tanto que, hoy en día, debemos acompañar a nuestras pacientes menopáusicas en esta etapa de la vida, en aras de cuidar su salud de forma global y no centrarnos solo en los síntomas relacionados con la sexualidad femenina.
El síndrome climatérico es más pronunciado y con mayor frecuencia de sofocos. Se ha demostrado que el exceso de grasa actúa como un aislante corporal que favorece el incremento de la intensidad de la sintomatología.
El síndrome genitourinario es más acusado, con mayor disfunción del suelo pélvico e infecciones urinarias mas frecuentes.
Los trastornos menstruales multiplican por tres su frecuencia.
Existe una mayor incidencia de cáncer de endometrio e hiperplasia endometrial.
Se cree que los cambios endocrinos que tienen lugar en la obesidad podrían ser los causantes del incremento de la prevalencia de cáncer de mama en las mujeres obesas, siendo la afección en mujeres obesas de hasta un tercio del total de casos.
Por todo ello, existen una serie de beneficios de la pérdida de peso en la mujer menopáusica, entre los que podemos resaltar:
En cuanto al abordaje terapéutico de la obesidad y sobrepeso, todavía existen varias barreras para el tratamiento.
Solo un 10% de los pacientes americanos han recibido un diagnóstico de obesidad, debido a una falta de reconocimiento de la enfermedad por parte de médicos y pacientes.
Muchas de las estrategias de tratamiento conservador fracasan y esto crea una experiencia negativa sobre tratamientos anteriores, ya que la recuperación de peso es una experiencia habitual.
Existe una laguna terapéutica para los pacientes que no responden de forma suficiente a las intervenciones en el comportamiento y en el estilo de vida, y que no son candidatos viables para la cirugía bariátrica o no desean someterse a ella.
Estos pacientes necesitan opciones adicionales de tratamiento. Los fármacos con indicación para el control del peso, utilizados adecuadamente, pueden ayudar a cubrir esta laguna.
Los fármacos autorizados para el control de peso en España son el Orlistat (inhibidor de la lipasa), la Natltrexona/Bupropion y la Liraglutida.
Cualquiera de los tratamientos debe suspenderse y considerar fracasado su tratamiento si en 12 semanas el paciente no ha conseguido perder el 5% del peso corporal inicial.
La dismenorrea o dolor de regla se trata de una afección padecida por, aproximadamente, un tercio de las mujeres pero, aunque la veamos como algo común, no es normal. Si te encuentras en esta situación, sigue leyendo y descubre las diferentes opciones terapéuticas para solucionar este problema.
La mamografía es la técnica más eficaz para detectar el Cáncer de Mama de forma precoz. Sin embargo, existen diversas opiniones sobre cuándo debe realizarse por primera vez. Nosotros recomendamos realizarla anualmente a partir de los 40 años, salvo que existan factores de riesgo o antecedentes familiares.
La candidiasis vaginal es una infección que las mujeres pueden padecer con cierta frecuencia. De hecho, aproximadamente 3 de cada 4 la han sufrido alguna vez en su vida. Y, además de las molestias que provoca, puede derivar en otros problemas adicionales. ¿Quieres saber más?
La menopausia es la etapa en la vida de la mujer en la que los ovarios dejan de ovular y finalizan las menstruaciones.
La edad media en la que se produce se sitúa alrededor de los 51.4 años con una variación entre normal entre los 48 y los 54 años.
El flujo vaginal son todas aquellas secreciones que provienen de la vagina. Puede variar en función de su consistencia, color y olor. Si se está en edad fértil es normal tener cierta cantidad de flujo porque las glándulas del cuello uterino lo producen de forma habitual como un moco transparente que, al contacto con el aire, puede verse de color blanquecino o amarillento.