Probióticos vaginales: alternativa para evitar las infecciones
El término parece nuevo pero data de más de 100 años. Los probióticos son microorganismos vivos como las bacterias, por ejemplo. Sin embargo, no son patógenos ni dañinos para el organismo. Suministrados en dosis adecuadas, los probióticos conservan la flora vaginal y disminuyen las infecciones.
¿Qué es la flora vaginal?
Pero ¿qué se entiende por flora vaginal? Se trata de los gérmenes que se alojan en la vagina y están considerados como microorganismos beneficiosos. Los lactobacilos son los microorganismos que evitan que la zona íntima se contamine. Mantiene el buen estado y el equilibrio de la flora vaginal.
Las mujeres que presentan ciertos problemas de salud o manifiestan un estado inmunitario deprimido, tienen una mayor predisposición a padecer infecciones vaginales
Entre las afecciones más comunes están las infecciones por hongos, conocidas como vaginitis micóticas. En casos como estos, los lactobacilos de la vagina se sustituyen por hongos. Lo ideal es complementar el tratamiento médico y combatir los hongos con la administración de los probióticos (lactobacilos) para frenar las recurrencias de las infecciones vaginales.
¿Por qué se altera la flora vaginal?
Se conocen varios factores que modifican la flora vaginal. Uno de ellos es la influencia hormonal; durante el ciclo menstrual o de la menopausia se aprecian cambios. Durante el periodo de embarazo ocurre lo mismo; los genitales cambian dada la poca actividad inmunitaria, lo que da lugar a las infecciones vaginales.
Las mujeres que presentan ciertos problemas de salud o manifiestan un estado inmunitario deprimido, tienen una mayor predisposición a padecer estas patologías. Por otro lado, las pacientes que ingieren antibióticos también sienten alteraciones en la flora vaginal, pues los antibióticos acaban con los gérmenes buenos o malos.
¿Qué acción tienen los probióticos en las infecciones vaginales?
- Se adhieren fácilmente a la mucosa vaginal.
- Evitan que la vagina se colapse de gérmenes patológicos. Debido a los lactobacilos probióticos.
- Son capaces de disminuir el PH vaginal, lo que evita la proliferación de gérmenes en la zona genital.
Los probióticos vaginales son seguros y no causan efectos secundarios en el organismo. Tampoco tienen riesgos de ser cancerosos.
¿Cómo y cuándo se puede aplicar un tratamiento con probióticos?
Los probióticos no son un tratamiento de primera línea, funcionan como un complemento al tratamiento principal. Sin embargo, sus resultados favorables están comprobados por científicamente.
El uso de probióticos se recomienda para la vulvovaginitis por hongos, tricomonas, para las recurrencias en las infecciones vaginales y para la vaginosis bacteriana.
Para la aplicación de los probióticos, se conocen dos versiones o dos presentaciones: vía vaginal o vía oral. De acuerdo a los especialistas, el producto es más eficaz y seguro por vía vaginal.
En el supuesto caso que una paciente decida utilizar los probióticos por la vía vaginal, también dispone de las presentaciones en cápsulas, comprimidos, tampax y óvulos que están empapados de los lactobacilos. Estos últimos para poder cumplir el tratamiento complementario durante el ciclo menstrual.
La efectividad en dichas presentaciones es similar. Sin embargo, para potenciar los resultados de los probióticos debe aplicarse después del tratamiento principal por un periodo de 5 a 10 días.
Los probióticos no ocasionan afectos adversos en las pacientes pero sí es de suma importancia administrarlo bajo supervisión médica y con precaución en personas que son inmunodeprimidos, es decir, que tienen las defensas bajas.
Algunos errores que aceleran las infecciones vaginales
Para reforzar la salud íntima en ocasiones las mujeres realizan algunos hábitos para evitar infecciones vaginales, sin embargo, están lejos de ser preventivas:
- Abusar de productos de higiene íntima, como jabones de fuerte olor o perfumados sirven para reducir las bacterias beneficiosas pero alientan las infecciones. Lo ideal es utilizar un jabón o un gel neutro.
- Abusar de las compresas de algodón, si bien son necesarias para retener el flujo vaginal, si se utilizan en exceso evitará que la zona íntima transpire favoreciendo la humedad, el lugar idóneo de las bacterias malas.
- Descuidar la buena higiene al tener las relaciones sexuales, por lo general el semen presenta un PH más alcalino que el que posee la mucosa vaginal. El semen, al entrar en contacto con la zona genital de la mujer, va a ocasionar alteraciones. Los fluidos y la humedad aumentan en gran medida las infecciones.
- Abusar de los antibióticos, estos medicamentos favorecen la aparición de gérmenes patógenos, los principales causantes de las infecciones vaginales.
Ante cualquier indicio de infección vaginal es conveniente acudir al especialista para poder hacer un correcto diagnóstico y si es necesario realizar un cultivo de exudado vaginal. En Egom contamos con un equipo de especialistas con amplia experiencia en salud de la mujer.