Edad y fertilidad: ¿Por qué están tan íntimamente relacionados?
Seguramente en muchas ocasiones has escuchado hablar que la fertilidad femenina está estrechamente ligada a la edad. Esta afirmación es cierta y existen numerosos estudios que afirman que esto es así. La producción de óvulos encuentra su pico cerca de los 20 años y va disminuyendo gradualmente a partir de los 30 años.
Cuando la mujer tiene más de 35 años las probabilidades de embarazo espontáneo es menor del 20%.
Definimos reserva ovárica como el número total de óvulos que tiene una mujer a lo largo de su vida. Una baja reserva ovárica (BRO) es la presencia de escaso número de óvulos, en relación a lo que se espera generalmente en una mujer que se encuentra en edad fértil. Como hemos comentado, esta reserva ovárica va disminuyendo a partir de cierta la edad.
Síntomas
La BRO no muestra signos clínicos específicos, de hecho, en la mayoría de los casos es asintomática, pero en ocasiones los especialistas lo asocian con alteraciones en el ciclo menstrual natural de la mujer.
Consecuencias
Una baja reserva ovárica trae consigo una serie de consecuencias que puede afectar significativamente la vida de la mujer. La principal consecuencia es la disminución de las posibilidades de concebir un bebé de forma espontánea, incluso si la mujer recurre a especialistas en reproducción asistida o fertilidad. Ya que el éxito de estos tratamientos depende mucho de la producción de ovocitos y la calidad de estos, entonces al tener una baja reserva las posibilidades se reducen bastante.
Factores de riesgo
Uno de los principales factores de riesgo es la edad de la mujer. La mujer nace con un número limitado de óvulos, los cuales se reducen año tras año hasta que al final se agotan.
Por otro lado, la disminución en el número de óvulos se puede dar también si la mujer se ha intervenido de cierta patología ovárica, si ha recibido tratamientos oncológicos como la radioterapia y la quimioterapia, si sufre o ha sufrido enfermedades autoinmunes o endometriosis y si existen antecendentes familiares como menopausia precoz o padecimientos genéticos que afecten en buena medida el funcionamiento del ovario.
Estos factores hacen que la disminución de la fertilidad sea drástica y que la pérdida de óvulos se acelere, quedando cada vez menos y de peor calidad.
¿Cómo una mujer puede conocer su reserva ovárica?
Este nivel se puede conocer a través de la realización de una analítica de sangre, solicitando los niveles de las hormonas FSH, LH y estradiol, y de la hormona antiMülleriana (AMH), que es producida por los folículos del ovario, y que tiene muy buena correlación con la reserva ovárica de la mujer.
Mientras mayores sean sus niveles, mayor número de óvulos tiene la mujer en su reserva.
Otra manera de saber la reserva ovárica de la mujer es a través de una ecografía transvaginal en consulta de ginecología en primera fase del ciclo menstrual, ya que de esta forma es posible hacer una estimación de los folículos que tienen cada uno de los ovarios.
Prevención
No se puede hacer nada para detener la dismunición de óvulos, ya que es un procedimiento fisiológico de la mujer. Debido al ritmo de vida actúal la mujer cada vez retrasa más la maternidad y debe ser consciente de lo que ello conlleva. Lo ideal sería que una mujer tuviera hijos en edades tempranas, entre los 20 y los 30 años. Hoy en día esto es bastante inusual. A partir de los 35 años la reserva ovárica cae drásticamente, por lo que una mujer con esta edad debe consultar al especialista si tras 6 meses de intentar quedarse embarazada no lo consigue.
Es importante saber que las probabilidades de tener un bebe sano y sin problemas cuando ya hay un problema de fertilidad, son del 10% pasados los 40 años, aun cuando se hayan utilizados técnicas como la fecundación in vitro.
Efectos de la edad en la fertilidad
Con el paso de los años el número y calidad de los óvulos va disminuyendo gradualmente, haciendo que se vea comprometida la fertilidad de la mujer. Cuando la mujer llega a los 40 años las probabilidades mensuales del embarazo son sólo del 5%, mientras que a los 30 se tiene un 20% de posibilidad.
Es importante saber que el hecho de que todavía haya menstruación, no es indicativo de que la mujer pueda conseguir con éxito un embarazo. Por último, también es bueno saber que a partir de los 40 años los óvulos contienen cada vez más alteraciones cromosómicas, lo que trae como consecuencia embarazos difíciles, posibilidades de aborto y enfermedades genéticas en los niños.
Ante la imposibilidad de concebir de manera natural ha de saber que existen numerosas técnicas que pueden ayudarle a conseguir su objetivo, por ello le recomendamos que acuda a una clínica de reproducción asistida y conozca los diferentes métodos existentes a su alcance.