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A continuación detallamos los factores a tener en cuenta a la hora de elegir el método anticonceptivo ideal:
Ningún método anticonceptivo es eficaz al 100%. Su eficacia depende de la capacidad del mismo para evitar una gestación. Se mide por el índice de Pearl, que indica el porcentaje de mujeres que puede esperarse que queden embarazadas en el primer año si usan ese método. Hay que diferenciar entre eficacia teórica, que se obtiene se obtiene analizando el uso perfecto del método, con eficacia real (efectividad) que hace referencia al uso real que incluye su posible uso incorrecto.
Compuestos por un estrógeno y un gestágeno. El mecanismo de acción la supresión de la ovulación por el gestágeno. Las dosis hormonales se ha ido reduciendo progresivamente con el tiempo para disminuir los efectos secundarios. Vía de administración puede ser:
Hay de dos tipos, los que liberan cobre y los que liberan progesterona (Mirena®). Su mecanismo de acción no está totalmente aclarado, por una parte parece que interfieren con el paso de los espermatozoides tanto a nivel del cuello uterino, como a través de la cavidad endometrial y por otra parte producen cambios endometriales que impiden la implantación.
Su eficacia es algo inferior que la de los anticonceptivos hormonales, a excepción del Mirena, que parece superior. Incrementan ligeramente el riesgo de infecciones (anexitis), por lo que habitualmente se recomiendan en mujeres que ya hayan tenido hijos, sobre todo mayores de 35 años, en la que los anticonceptivos hormonales estarían menos indicados.
Consisten en la interposición de una barrera física o química que impida el ascenso de los espermatozoides.
El más utilizado es el preservativo, ya que en España el diafragma se utiliza muy poco. Su efectividad es menor que la de los anticonceptivos hormonales y los DIUS. Sus fallos se deben principalmente a una mala utilización, ya que deben ponerse antes del coito y retirarse antes que desaparezca la erección.
La rotura puede ocurrir en el 1-2% de coitos vaginales. Su principal ventaja es la protección que ofrece frente a las enfermedades de transmisión sexual y a las infecciones por el virus del papiloma humano, aunque ésta no puede considerarse total.
Su mecanismo de acción es evitar los días fértiles, teniendo en cuenta que la ovulación ocurre 12-16 días antes de la siguiente menstruación, que la vitalidad del espermatozoide en el tracto genital femenino es de unos 4 días (aunque puede llegar hasta 7) y que la supervivencia del óvulo es inferior a 1 día. Su principal inconveniente es en primer lugar su complejo aprendizaje y los largos períodos de abstinencia.
Consiste en la administración de una dosis elevada del gestágeno levonosgestrel (Norlevo®, Postinor®) en las primeras 72 horas de un coito sin protección. No se conoce con exactitud su mecanismo de acción.
Producen una inhibición o retraso de la ovulación alterando el transporte de los gametos. Tienen efecto luteolítico (acortamiento la segunda del ciclo o fase lútea). Aunque su principal mecanismo de acción es impedir la implantación en caso de que se haya producido la gestación.
Son muchas las parejas que plantean en su relación la idea de no tener más hijos o directamente, no ser padres. La ligadura de trompas o esterilización tubárica es un método anticonceptivo permanente que constituye una opción en esos casos.
¿Qué es el DIU? El DIU es un pequeño dispositivo que se coloca en el interior del útero para evitar embarazos. Es un método duradero, reversible y uno de los métodos anticonceptivos más eficaces que existen.
¿Conoces el preservativo femenino? La evolución de los métodos anticonceptivos ha sido considerable en los últimos años. Sin embargo, el preservativo femenino no es tan conocido como el masculino a pesar de que su objetivo es el mismo. ¿Quieres saber qué es el preservativo femenino y aprender más sobre él?