¿Cuáles son los síntomas más habituales de los cánceres ginecológicos?
Se considera cáncer ginecológico a cualquier cáncer que se origina en los órganos reproductores de la mujer. Se originan, por tanto, en diferentes órganos reproductores ubicados en la zona pélvica, encontrando: cáncer de cuello uterino, cáncer de ovario, cáncer de útero, cáncer de vagina y cáncer de vulva.
Todas las mujeres son susceptibles de contraer cánceres ginecológicos y el riesgo aumenta con la edad, aunque cada cáncer de este tipo es diferente y tiene síntomas específicos.
Síntomas del cáncer de cuello uterino
Es habitual que los síntomas no aparezcan hasta que el cáncer ha invadido otros tejidos u órganos, por lo que la mayoría de las mujeres cuando se encuentran en los primeros estadios del cáncer de cuello de útero o presentan alteraciones premalignas, no tienen síntomas.
Algunos síntomas que se pueden presentar son:
- Sangrado leve o manchas de sangre entre menstruaciones o después de la misma.
- Sangrado menstrual más prolongado y abundante que el habitual.
- Dolor durante el coito o sangrado después del mismo.
- Sangrado durante el examen pelviano médico.
- Sangrado después de la menopausia o aumento de la secreción vaginal.
Aunque estos síntomas se parezcan a los de enfermedades de menor gravedad, si se presentan es necesario prestarles atención, pues las posibilidades de curación se verán mejoradas con un diagnóstico precoz.
Síntomas del cáncer de útero
El cáncer de útero puede causar flujo o sangrado vaginal anormal. El sangrado puede ser anormal por su cantidad o por el momento en que aparece (después de la menopausia, entre menstruación y menstruación). En general, cualquier tipo de sangrado que sea más duradero o en mayor cantidad del que normalmente tiene. Además, este tipo de cáncer también puede causar otros síntomas, como dolor o presión en la zona pélvica.
Síntomas del cáncer de ovario
En la mayoría de los casos el cáncer de ovario no presenta ningún síntoma y cuando los presenta son inespecíficos, siendo estos los más comunes:
- Dolor de pelvis o abdomen.
- Molestias abdominales, sensación de hinchazón abdominal, sensación rápida de saciedad.
- Sensación constante de tener que orinar o tener que hacerlo a menudo.
Síntomas del cáncer de vagina
En su etapa inicial, la mayoría de los cánceres vaginales no presentan signos ni síntomas. Pero en caso de presentarse, pueden incluir los siguientes:
- Flujo o sangrado vaginal anormales (el sangrado puede ser anormal por su gran cantidad o por el momento en que aparece).
- Sangre en las heces o en la orina o cambios en la defecación (ir al baño más a menudo o tener estreñimiento).
- Dolor pélvico (sobre todo al orinar o mantener relaciones sexuales).
Síntomas del cáncer de vulva
Las mujeres con cáncer de vulva pueden presentar estos síntomas:
- Picazón, ardor o sangrado incesante en la vulva.
- Modificaciones en el color de la piel de la vulva, pudiendo ser que presente un tono más rojo o más pálido de lo normal.
- Cambios en la apariencia de la piel de la vulva (como pueden ser las verrugas o una irritación parecida al sarpullido).
- Presencia de llagas bultos o úlceras en la vulva que no se curan o dolor pélvico (sobre todo al orinar o mantener relaciones sexuales).
La causa de estos síntomas puede ser una enfermedad o afección diferente al cáncer, pero para poder descubrirlo es importante acudir al médico.
Además, también es necesario acudir al especialista si se padece algún otro síntoma anormal durante más de dos semanas. Para ello, es importante conocer el cuerpo para poder identificar qué condiciones son normales.
Es fundamental que la mujer no deje pasar por alto nunca la revisión ginecológica anual, ya que su principal objetivo es la detección temprana de este tipo de enfermedades.
En EGOM disponemos de una unidad especializada en Cáncer Ginecológico, donde nuestros profesionales evalúan a cada paciente de manera individualizada y, tras realizar un correcto diagnóstico discuten en una sesión clínica multidisciplinar junto a otras especialidades médicas la mejor estrategia terapéutica teniendo en cuenta la situación clínica específica y las expectativas de cada paciente.