Todo lo que necesitas saber sobre los miomas
Los miomas son pequeñas formaciones de tejido muscular que se alojan en el útero, se originan de las células de músculo liso que existen en el miometrio o pared uterina, siendo especialmente comunes en la época de mayor fertilidad de las mujeres.
Los miomas son una patología muy común y benigna en la gran mayoría de casos.
Es este post vamos a abordar su origen, síntomas, causas y consecuencias en nuestro organismo.
Antes que nada, debemos destacar que tener un mioma no es algo que deba alarmarnos, ya que se trata del tipo de tumor benigno más frecuente en el útero. Afecta a una de cada cinco mujeres y muy raras veces estos pequeños tumores representan un problema grave.
Pueden llegar a medir de 5 mm a 20 cm o más, pero la mayoría se mantiene en un rango entre los 4 y 5 cm, lo cual no causa daño e incluso a veces disminuyen su tamaño o desaparecen con la menopausia.
Síntomas
En la mayoría de los casos los miomas no presentan ningún síntoma y suelen pasar desapercibidos hasta el momento de una consulta con el ginecólogo, y son diagnosticados en el momento de hacer una ecografía del útero.
En caso de que se presente una sintomatología esta suele venir con hemorragias, pérdidas de sangre esporádicas, ya sea durante la menstruación o fuera de ella, dolor en la zona del útero junto a una sensación de presión, estreñimiento y también una necesidad de orinar mucho más frecuente.
En los casos más graves, los cuales son escasos, los miomas pueden producir problemas de infertilidad o dificultades en el embarazo, como abortos, parto prematuro o problemas de placentación. Esto ocurre en casos puntuales, ya que en la mayoría de los casos la mujer embarazada no conoce la existencia del mioma hasta que se hace la primera ecografía gestacional, y no suele suponer ningún peligro grave para la gestación.
Lo recomendable es que una mujer que está diagnosticada de miomas acuda a una consulta pregestacional antes de quedarse embarazada para que pueda ser valorada correctamente por si fuera necesario plantear alguna actitud quirúrgica, aunque en la mayoría de los casos no es necesario.
Es importante no confundir un mioma con un quiste o con un pólipo. La diferencia radica en que los quistes se localizan en los ovarios, mientras que los pólipos, aunque se ubican en el útero y pueden o no producir sangrado vaginal, al igual que un mioma, son formaciones dependientes del endometrio (la capa más interna del útero) y no del músculo (como es el caso de los miomas).
Dependiendo de las características del mioma, como lo es su tamaño, cantidad de vasos sanguíneos y velocidad de crecimiento, algunos requieren pruebas complementarias para determinar su gravedad o efecto en el organismo.
No existe una manera de evitar que los miomas aparezcan y no se ha determinado un motivo específico por el cual se generan, aunque se cree que se debe a factores hormonales y predisposición genética.
Eliminación de los miomas
La mayoría de los miomas son benignos y en muy pocos casos se detecta una formación maligna de este tipo, por eso la operación de los miomas solo ocurre cuando son de un tamaño muy grande, provocan demasiadas molestias o crecen considerablemente rápido.
También se hace se aconseja intervención quirúrgica en caso de que estos estén relacionados con la infertilidad del paciente, o sean un riesgo para el embarazo. Si tu cuerpo desarrolla miomas con frecuencia es probable que pese a la intervención de estos reaparezcan, al menos mientras estés en edad fértil.
En EGOM disponemos de una unidad especializada en miomas, donde nuestros ginecólogos especializados evaluarán cada paciente y, tras realizar un correcto diagnóstico, discuten en sesión clínica multidisciplinaria todas las posibilidades terapéuticas adaptadas a cada caso. Esto sumado a un equipamiento de última generación de cirugía mini-invasiva que incluye la cirugía laparoscópica e histeroscópia.