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El cáncer de cuello uterino es la tercera neoplasia más frecuente entre las mujeres.
Para disminuir su incidencia y mortalidad se ha visto que lo más eficaz es la realización de citologías a todas las mujeres sanas de forma sistemática y periódica. De ese modo se pueden detectar lesiones precursoras asintomáticas de forma precoz y si es preciso tratarlas antes de que progresen a carcinoma invasor.
En los últimos años se ha demostrado que el principal agente causal de dichas lesiones es el Virus del papiloma humano.
Concretamente, los VPH 16 y 18 explican el 70% del cáncer y otros 10 tipos (VPH 45, 31, 33, 52, 58, 35, 59, 56, 51 y 39) explican el 25-35% de los casos restantes.
El VPH se transmite principalmente mediante las relaciones sexuales. Tiene que haber para su contagio contacto directo de piel con piel o con mucosas; actualmente es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente en el mundo. Es por ello por lo que recomendamos encarecidamente la vacunación.
Alrededor del 80% de las mujeres sexualmente activas tienen contacto con algún tipo de VPH a lo largo de su vida, pero la mayoría de estas infecciones son transitorias, se resuelven y pasan inadvertidas.
En un porcentaje pequeño de estas mujeres la infección por el virus persiste en el tiempo , sin que es sistema inmunitario lo pueda combatir pudiendo causar lesiones premalignas. Lesiones capaces con el tiempo, si no se diagnostican y controlan de producir un cáncer de cérvix.
Aunque el cérvix es el área con mayor riesgo para tener infecciones persistentes hay otras zonas como la vagina, vulva, ano y pene que pueden estar infectados por VPH, así como la orofaringe, laringe y esófago.
Hay varios factores que ayudan a que la infección persista y no se elimine. Como son el tabaco, el uso prolongado de anticonceptivos orales, el no uso de preservativo, alteraciones en el sistema inmune…
En nuestra consulta el objetivo es detectar de forma precoz, en pacientes con citologías alteradas o portadoras del VPH, la presencia de lesiones precursoras capaces de con el tiempo producir un carcinoma cervical, de la misma manera lesiones en vagina y vulva también capaces de progresar a lesiones malignas.
Para ello utilizamos como herramienta principal la colposcopia.
Colposcopia: Procedimiento médico que consiste en observar mendiante un microscopio e iluminanción el epitelio cervical, paredes vaginales y entrada a vagina. Para ello se aplican dos líquidos que ponen en manifiesto la presencia de lesiones premalignas. De este modo podemos orientarnos sobre las caraceristicas de la lesión, localización y donde realizar la biopsia, para poder obtener un diagnóstico definitivo.
Con esto podemos orientar a la paciente en que casos será necesario tratar o simplemente continuaremos realizando controles periódicos según el grado y características de la lesión y de la paciente.
Otra labor importante de nuestra consulta es asesorar a las pacientes de medidas preventivas. En nuestro caso la herramienta fundamental de la que disponemos para ello son las vacunas contra el VPH.
En el momento actual todas las vacunas comercializadas protegen de los dos serotipos con mayor capacidad oncogénica, 16 y 18. La protección frente al resto de los tipos se consigue mediante una protección cruzada.
Por otra parte es importante que las pacientes sepan que las vacunas previenen de la infección pero no elimina la ya presencia del virus. A pesar de ello, la vacuna es útil para pacientes que pasaron el VPH y ya lo han aclarado. Porque el antecedente de infección previa no las protege de una nuava adquisión del virus