Parto vaginal tras cesárea
Muchas mujeres piensan que tras pasar por una cesárea no podrán dar a luz via vaginal la siguiente vez que se queden embarazadas. Hace años se pensaba que si el primer embarazo había terminado en cesárea los embarazos siguientes tenían que ser iguales obligatoriamente. Pero esto no es siempre así.
Si una mujer en el pasado ha tenido un parto por cesárea, no significa que tenga que dar a luz de la misma forma
La mayoría de las mujeres tienen la capacidad de tener un parto vaginal después de haber sido sometidas a una cesárea, de hecho según las estadísticas el 90 por ciento de las madres que ya han pasado por una cesárea son candidatas a un parto vaginal. A esto se le denomina comúnmente con las siglas PVDC (Parto Vaginal Después de una Cesárea).
Estadísticas y probabilidades de éxito
Según datos estadísticos registrados, cuatro de cada cinco mujeres que han tenido hijos por cesárea en su primer embarazo, han logrado tener después un parto vaginal exitoso.
Las probabilidades de éxito se ubican en promedio en el 75 por ciento, alcanzando el 90 por ciento si ya ha habido un parto vaginal previo. Es decir, que siempre que una mujer sea buena candidata para el parto natural, las posibilidades están a su favor, por lo que es más que razonable y procedente intentar dar a luz de esa manera. Por supuesto, hay que recordar que la probabilidad de éxito será mayor si no se presentan nuevamente las mismas causas que indujeron a la cesárea anterior.
Las probabilidades de éxito se ubican en promedio en el 75 por ciento, alcanzando el 90 por ciento si ya ha habido un parto vaginal previo
Por ejemplo, si una mujer fue sometida anteriormente a la cirugía sólo porque su bebé estaba en una mala posición probablemente tendrá más posibilidades de éxito en el parto natural que una mujer que tuvo una cesárea a pesar de que su bebé estaba bien ubicado y había dilatado totalmente pero que aún así no pudo dar a luz por la vía vaginal.
A pesar de todo lo expuesto, resulta imposible predecir con total certeza qué mujeres podrán lograr un parto vaginal y cuáles van a terminar dando a luz mediante otra cesárea. Sin embargo, en términos generales el porcentaje es favorecedor y la mayoría de las mujeres que intentan un PVDC consiguen tener un parto vaginal sin complicaciones.
Posibles riesgos ante un PVDC
El principal riesgo con un parto vaginal después de una cesárea es la ruptura del útero. Aunque es menor al uno por ciento, existe una pequeña probabilidad de que el útero se rompa donde esté hecha la incisión anterior. Esto podría desencadenar la pérdida de una cantidad importante de sangre, con riesgos no solo para la madre, sino para el bebé que podría sufrir al no recibir oxígeno suficiente.
Además de esto, una pérdida abundante de sangre puede hacer que la mujer requiera una transfusión o en casos muy aislados, sufra infecciones en el útero o una histerectomía. Todos estos riesgos se maximizan si la paciente termina precisando una cesárea de emergencia.
Estos peligros, especialmente el de la rotura de útero, también pueden estar asociados al intervalo de tiempo transcurrido desde la primera cesárea. Existe un riesgo mayor de rotura en el útero durante el parto vaginal si este tiene lugar antes de transcurridos 18 meses de la cesárea anterior.
Igualmente, tener sobrepeso, tener más de 40 años de edad, tener un bebé con peso mayor a los cuatro kilos, o tener un embarazo de 40 semanas o más, un embarazo múltiple, o haber tenido otras complicaciones ginecológicas anteriormente como placenta previa o fibromas, también deben considerarse como factores de riesgo para un PVDC.
Beneficios de un parto vaginal tras una cesárea
Un PVDC principalmente permite evitar una cirugía mayor y los riesgos asociados a la misma, como el de contraer infecciones y sufrir daños a otros órganos. El período en el hospital y el tiempo de recuperación del parto natural es mucho más rápido y cómodo que el de la cesárea. Asimismo, existen menos probabilidades de que la paciente necesite una transfusión de sangre. Al lograr el parto vaginal pueden evitarse futuras cesáreas, algo positivo para las madres que deseen tener más hijos. Además con cada cesárea se incrementa el riesgo de las complicaciones.
Recomendaciones
La decisión de dar a luz por vía natural tras una cesárea debe ser analizada y tomada en conjunto por la paciente y el equipo médico. La mujer puede exponer sus deseos al especialista que será el que tenga la última palabra, ya que es su responsabilidad velar por la seguridad y el bienestar tanto de la paciente como de su futuro hijo . El PVDC debe tener un control prenatal adecuado con atención médica constante, y el parto debe llevarse a cabo en un centro de salud adecuadamente equipado, en el cual se tenga todo a la mano, incluyendo profesionales especialistas, para realizar una posible cesárea en caso de emergencia.
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